En medio del debate político en EE.UU. sobre la legalidad de las operaciones militares contra los cárteles del narcotráfico en el Caribe, Donald Trump ha redoblado su apuesta: el Pentágono anunció este viernes el despliegue en la región de la escuadra de ataque del Gerald R. Ford, el mayor portaviones y mayor buque de guerra del mundo.«En apoyo de la directiva del presidente de desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y hacer frente al narcoterrorismo en defensa de la patria, el secretario de Guerra ha ordenado a la escuadra de ataque y portaviones Gerald R. Ford y sus aviones embarcados el despliegue en el área de responsabilidad de la Comandancia Sur de EE.UU», anunció el portavoz del Pentágono, Sean Parnell.El refuerzo del despliegue militar en el Caribe con la presencia del Gerald R. Ford y su grupo de ataque «aumentarán la capacidad de EE.UU. para detectar, monitorear y desbaratar a actores ilícitos y actividades que pongan en peligro la seguridad y la prosperidad de EE.UU.», añadió Parnell, dentro de un esfuerzo por «deteriorar y desmantelar» a los narcos.Noticia Relacionada estandar Si EE.UU. extiende al Pacífico su campaña militar contra el narco y hunde una supuesta narcolancha frente a Colombia David Alandete El nuevo ataque, realizado en aguas internacionales, marca la primera operación fuera del Caribe y refuerza la estrategia de la Casa Blanca de tratar a los cárteles como «narcoterroristas»La Comandancia Sur del Ejército de EE.UU. tiene ya 10.000 soldados desplegados en el Caribe, la mayoría de ellos en bases militares de Puerto Rico. El Pentágono tiene una flota de ocho buques –tres destructores, un crucero, un navío de combate, un barco anfibio de asalto y dos barcos de transporte– que se mueve en las inmediaciones de las aguas territoriales de Venezuela y de Colombia y en los últimos días ha efectuado vuelos cerca de las costas de estos países con bombarderos B-52 y B-1.Maniobras con la OTANEl Gerald R. Ford, inaugurado en 2009, se encontraba en el momento del anuncio en aguas de Croacia, donde realiza maniobras militares con aliados de la OTAN. En la actualidad va acompañado de un grupo de aviones de guerra –cazas de combate, aviones para la inhibición de radares, escuadrones de vigilancia, helicópteros–, con destructores y otros buques de apoyo. Está impulsado por dos reactores nucleares y puede alcanzar una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora.El anuncio del despliegue en el Caribe de una de las joyas del Ejército de EE.UU. se produce en un momento en el que Trump aviva la posibilidad de operaciones terrestres contra los cárteles , lo que supondría una escalada decisiva respecto a la campaña de ataques en el mar, que se ha intensificado en los últimos días.La presencia del Gerald R. Ford y de su grupo de combate en el Caribe supone un cambio decisivo en el despliegue militar de EE.UU. y un mensaje contundente por parte del presidente Trump contra los narcos, contra sus grandes enemigos en la región – Nicolás Maduro en Venezuela , pero también Gustavo Petro en Colombia– y contra quienes dentro de EE.UU. cuestionan su campaña militar contra los cárteles.Trump ha defendido que su denominación de varios cárteles como organizaciones terroristas y el daño que las drogas causan en EE.UU. le dan legitimidad para llevar a cabo estas operaciones militares. Su Administración y sus aliados han defendido que los ataques serían equivalentes a ser ejecutados contra barcos llenos de terroristas islámicos dispuestos a atacar a EE.UU. Este jueves, el presidente de EE.UU. calificó a los cárteles como «el Daesh del Hemisferio Occidental» y se opuso a quienes defienden que las operaciones militares de este tipo tienen una legalidad cuestionable o que requieren de la autorización del Congreso.Declaración de guerraEse mismo día, le preguntaron por qué no busca obtener una declaración de guerra por parte del Congreso, donde los republicanos cuentan con mayoría en ambas cámaras. «No creo que necesariamente vayamos a pedir una declaración de guerra», respondió Trump. «Creo que simplemente vamos a matar a la gente que mete droga en este país, ¿vale? Los vamos a matar», defendió el presidente de EE.UU., que justificó los ataques por el «problema de seguridad nacional» de la droga confiere «autoridad legal». Según los números de Trump, la droga es responsable de la muerte de 300.000 estadounidenses cada año, aunque los datos de su Gobierno apuntan a 73.000 muertes por sobredosis en el último año.«Creo que simplemente vamos a matar a la gente que mete droga en este país, ¿vale? Los vamos a matar» Donald Trump Presidente de EE.UU.En el horizonte está la posibilidad de esos ataques terrestres e incluso ir más allá: una operación en Venezuela que fuerce a Maduro a abandonar el poder. Ante este escenario, los movimientos se intensifican en el Congreso, donde algunos buscan defender sus competencias en materia de operaciones militares. Está previsto que la semana que viene el Senado vote una resolución que prohibiría a la Administración Trump emprender ataques «contra o en Venezuela» sin la autorización expresa del Congreso. Esta iniciativa tiene apoyo de dos legisladores republicanos –el libertario Rand Paul y la moderada Lisa Murkowski–, pero no está claro que sume los otros dos apoyos del partido necesarios para obtener una mayoría. Pese a que casi ningún republicano quiere enfrentarse al presidente Trump –que vetará esa resolución del Congreso si sale adelante– cada vez más legisladores aliados del presidente dan muestra de su incomodidad sobre los ataques –explicaciones no suficientes sobre su legalidad– y, sobre todo, sobre un eventual ataque a Venezuela..
El USS Gerald R. Ford reforzará la capacidad de «detectar, monitorear e interrumpir a actores y actividades ilícitas» en el hemisferio occidental, según el Pentágono
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