Nicolas Puech, heredero de Hermès: de dejar 15.000 millones a su jardinero sevillano a embutirse en un asiento de Easyjet

<p>Cronología financiera de<a href=»https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2023/12/07/6570973de9cf4ac40f8b45c4.html»> Nicolas Puech</a>, hasta hace poco dueño del 5,7 % de Hermès, el grupo de lujo más valorado del mundo. En 1999 decide trasladar sus acciones de Francia a Suiza por consejo de su gestor de confianza, <a href=»https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2025/08/15/689c607ee4d4d867648b4585.html»>Eric Freymond</a>. Casi una década después, el asesor vende -sin que el millonario lo supiera- las participaciones de Puech a<strong> LVMH,</strong><a href=»https://www.elmundo.es/loc/famosos/2023/02/26/63f89fd921efa0455d8b45bb.html»>enemigo acérrimo de la familia Hermès</a>. En 2022, Puech, sin hijos, decide adoptar a su jardinero/manitas, <strong>Jadil Butrak,</strong> casado con la sevillana Mari Paz Piñonero y padre de dos hijos. [Y EL MUNDO publica su primera foto en exclusiva]. Al año siguiente, <strong>demanda a Freymond por administración desleal.</strong> Este verano, tras declarar ante el juez, el gestor se suicidó.</p>

Seguir leyendo

 Tras el suicidio de su gestor en julio, el heredero del 5,7% de Hermès dice que su porcentaje se ha evaporado y que tampoco tiene el dinero. Sigue frecuentando su finca en Aracena.  

Cronología financiera de Nicolas Puech, hasta hace poco dueño del 5,7 % de Hermès, el grupo de lujo más valorado del mundo. En 1999 decide trasladar sus acciones de Francia a Suiza por consejo de su gestor de confianza, Eric Freymond. Casi una década después, el asesor vende -sin que el millonario lo supiera- las participaciones de Puech a LVMH,enemigo acérrimo de la familia Hermès. En 2022, Puech, sin hijos, decide adoptar a su jardinero/manitas, Jadil Butrak, casado con la sevillana Mari Paz Piñonero y padre de dos hijos. [Y EL MUNDO publica su primera foto en exclusiva]. Al año siguiente, demanda a Freymond por administración desleal. Este verano, tras declarar ante el juez, el gestor se suicidó.

El círculo se cierra con una extraña conclusión: hoy Nicolas Puech sostiene que no tiene acciones de Hermès (según él, jamás aprobó ninguna venta) ni tampoco los 15.000 millones en los que estarían valoradas (considerando que las ventas han vuelto a subir en el tercer trimestre). Esta semana, Nick Kostov de The Wall Street Journal aportaba nuevos datos sobre este misterioso trasiego del dinero. Al parecer, en su declaración el gestor afirmó que él y el millonario eran amantes. «Creo que de alguna manera me quería. Éramos pareja». Justificó esa afirmación con pruebas de que habían pernoctado en los mismos hoteles en Francia, Suiza y España, en donde Puech acabó comprándose Cuatro vientos, una finca en Sevilla. También dijo que dormía con frecuencia en casas de la familia y que había múltiples testigos que podrían afirmar que rara vez habrían visto a Puech sin la compañía de Freymond.

Cuando el juez le preguntó qué había convencido al millonario para entregarle toda su confianza, Freymond respondió: «Mi apariencia física. La manera en la que me comportaba». Puech, por supuesto, sostiene que todo es una mentira y una estratagema. También lo acusó de haberlo aislado de su familia. Cuando se le preguntó por su situación financiera, quien se creía uno de los hombres más ricos de Europa contestó que solo tenía 1,2 millones en la inmobiliaria de Hermès y nada más. También afirmó que ya no tenía casi nada a su nombre; ni siquiera la casa de Suiza en la que vivía. «No me queda nada». Respecto a Cuatro vientos, lo cierto es que los sevillanos que le conocen afirman que Puech sigue viajando con asiduidad a Aracena, para estar con sus caballos y sus perros.

La relación entre Freymond y Puech explicaría el que podría ser el robo del siglo. Los procesos judiciales iniciados por el heredero de Hermès son la única vía para recuperar lo perdido. O las acciones, aunque todo indica que acabaron en manos de LVMH. La investigación ha revelado que gran parte de los fondos de Puech terminaron en negocios ruinosos ligados a conocidos de Freymond, que poseía una finca cerca de Florencia, el Palazzo al Bosco, que alberga una impresionante colección de «colección de arte».

Nicolas Puech en su finca de Aracena.
Nicolas Puech en su finca de Aracena.BERNARD BISSON

Mientras tanto, la familia Hermès está ayudando al que fuese su primo díscolo. Según el WSJ, en un reciente vuelo a Londres, Puech tuvo que acomodar su oronda figura en los asientos más baratos de EasyJet. Según declaró ante el tribunal francés, empezó a sospechar que Freymond le había estafado cuando le preguntó si había hecho la transferencia de 1,25 millones de francos suizos (1,3 millones de euros) para el jardinero/manitas Jadil Butrak, al que pretendía legar su fortuna. El financiero respondió que sí, sin saber que Mari Paz Piñero, esposa de Jadil, estaba escuchando. «Cuando se quedaron a solas, la sevillana le dijo a Puech que no habían recibido ni un euro. El heredero comenzó a investigar, escribe Kostov.

Otro de los motivos por los que Puech habría confiado en Freymond es que éste pertenecía a una de las dinastías banqueras más tradicionales de Ginebra. Ahora se explica que su suegro le permitiera mover el dinero de los clientes del banco... hasta que estos se quejaron. La cantidad desviada ascendía a 1,2 millones de euros. El suegro devolvió el dinero para evitar que el escándalo salpicara al padre de sus nietos. Otra víctima de Freymond fue Ursula Andress.

Aunque Bernard Arnault afirmó desconocer que las acciones que LVMH compró en torno al año 2000 pertenecían a Puech, el millonario siempre ha dicho que jamás autorizó esa venta, y que en todo caso él solo había ordenado vender las acciones adquiridas con dividendos. «El señor Puech sabía perfectamente que sus acciones se estaban vendiendo a LVMH», afirmó Freymond en su última declaración ante el juez. Un dato: cuando Freymond vendió las acciones en 2008 lo hizo a 86,6 euros; hoy cotizan a 2.000. Ni Freymond ni Puech comunicaron la venta a Hermès, y en la junta de accionistas de 2012 aún se le trató como el mayor accionista. El asesor abría sus correos, respondía sus llamadas y le organizaba la agenda.

El rastro del dinero se pierde en Qatar, Panamá y otros paraísos de la opacidad. Descubra lo que se descubra, Puech no queda bien.

 LOC

Noticias Similares