La recuperación postdana abre una brecha económica entre las familias y las empresas afectadas

<p class=»ue-c-article__paragraph»>Cuando está a punto de cumplirse un año de la <strong>dana </strong>que arrasó buena parte de la provincia de <strong>Valencia </strong>y dejó <strong>229 víctimas </strong>mortales, la reconstrucción es un hecho, si bien está lejos de haber concluido. Es más, la recuperación ha dejado al descubierto una <strong>brecha económica </strong>que afecta tanto al consumo de los residentes en la llamada <i>zona cero</i> como a la facturación de las empresas. El impacto de la dana fue más grave si cabe entre rentas bajas y pequeños comercios, pues fueron las rentas altas y las grandes firmas las que demostraron mayor resiliencia y capacidad de remontar más rápido.</p>

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 Las rentas bajas y las pymes son las que acusan el impacto más severo en su consumo y facturación  

Cuando está a punto de cumplirse un año de la dana que arrasó buena parte de la provincia de Valencia y dejó 229 víctimas mortales, la reconstrucción es un hecho, si bien está lejos de haber concluido. Es más, la recuperación ha dejado al descubierto una brecha económica que afecta tanto al consumo de los residentes en la llamada zona cero como a la facturación de las empresas. El impacto de la dana fue más grave si cabe entre rentas bajas y pequeños comercios, pues fueron las rentas altas y las grandes firmas las que demostraron mayor resiliencia y capacidad de remontar más rápido.

Así lo revela un estudio de CaixaBank Research, que ha analizado la evolución del consumo en los municipios que en 2024 resultaron más afectados por las inundaciones. Según concluye el informe, «los datos muestran una recuperación generalizada, aunque de magnitud algo desigual entre municipios, comercios y perfiles socioeconómicos».

El detalle de la recuperación, de hecho, deja entrever que, entre los residentes de los municipios afectados por la dana, fueron precisamente las personas con menores ingresos las que sufrieron el mayor impacto. Si su consumo llegó a caer un 82% tras la riada, el de las rentas altas cayó un 40%. También en este caso la recuperación no ha ido en paralelo: entre diciembre y septiembre, el consumo de las rentas bajas aumentó un 12% interanual, por debajo del 16% registrado entre las rentas altas.

En cuanto a las empresas, el tamaño fue igualmente relevante: las grandes resistieron mejor, en la medida en que su facturación cayó un 85% tras la dana. En septiembre, sin embargo, ya estaban en el nivel del año pasado. Por el contrario, las pymes experimentaron un desplome del 98% en su facturación y aún están un 10% de sus cifras predana.

Hay que tener en cuenta que el consumo de los residentes cayó un 47% en los días posteriores a la dana, si bien en un mes ya se superó la media de consumo nacional, «probablemente debido a la necesidad de reponer bienes», tal y como apunta el estudio.

Para los comercios, el impacto fue «aún más severo». Hasta el 5 de noviembre, la facturación cayó un 83% y el gasto en los comercios de la zona cero permaneció en «cotas negativas» durante más de seis meses. Por municipios, destacan los casos de Alfafar y Paiporta, donde el consumo de sus habitantes creció más de un 20% interanual en septiembre, mientras que la facturación de sus comercios apenas superó en un 10% la de un año antes.

 Actualidad Económica

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