La nariz de Isabel Preysler, el musical

<p>El otro día, <strong>Amy Odell,</strong> autora de <i>Gwyneth</i>, la interesantísima <strong>biografía de Gwyneth Paltrow,</strong> invitó a su podcast, <i>Back Row,</i> a <strong>Linus Karp y Joseph Martin</strong>. Karp y Linus son los creadores de la <strong>obra de teatro musical </strong><i>Gwyneth Goes Skiing</i> (Gwyneth va a esquiar), una <strong>parodia </strong>de uno de los episodios más delirantes de la vida pública de la actriz: cuando fue <strong>demandada </strong>por un tipo con el que chocó mientras <strong>ambos esquiaban en un resort </strong>alpino de lujo. </p>

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 El otro día, Amy Odell, autora de Gwyneth, la interesantísima biografía de Gwyneth Paltrow, invitó a su podcast, Back Row, a  

El otro día, Amy Odell, autora de Gwyneth, la interesantísima biografía de Gwyneth Paltrow, invitó a su podcast, Back Row, a Linus Karp y Joseph Martin. Karp y Linus son los creadores de la obra de teatro musical Gwyneth Goes Skiing (Gwyneth va a esquiar), una parodia de uno de los episodios más delirantes de la vida pública de la actriz: cuando fue demandada por un tipo con el que chocó mientras ambos esquiaban en un resort alpino de lujo.

Los autores de Gwyneth Goes Skiing encarnan en la obra a la estrella y su demandante (un tal Terry Sanderson) y, como en un show de La Cubana, utilizan a miembros del público para interpretar a los personajes secundarios de la historia. Gwyneth Goes Skiing se ha representado en muchos sitios. Su protagonista nunca lo ha visto en persona. Pero sabe que existe. Y se lo tiene que comer.

La nariz de Isabel sería un buen título para una obra similar. Un musical sobre Isabel Preysler operándose la nariz y saliendo la cosa mal. Esa anécdota de su vida es una de las que más han llamado la atención de sus memorias recién publicadas. Sin embargo, aquí hay que tener cuidado con plantear un Gwyneth Goes Skiing a la española. Si lo intentas tienes muchos números para que la cosa, denuncias mediante, no llegue a buen puerto.

Y no será porque nuestra historia reciente no esté llena de divinos momentazos basura como el del accidente deportivo de Gwyneth Paltrow y Terry Sanderson: la rinoplastia maldita de la Preysler, Bárbara esperando a Juanito en el chaletito de la calle Sextante, la última noche de Rita Barberá en aquel hotel mediocre, el Merlos-gate, casi cualquier cosa del loco mundo de Borja Thyssen y Blanca Cuesta…

Hay muchos musicales baratos y brutos que nunca veremos porque nunca se harán. Todavía se recuerda la reacción de Encarna Sánchez a la parodia que los Martes y Trece hicieron de ella (e Isabel Pantoja) en un especial de Nochevieja. Como para hacerle una obra de teatro entera y exponerse a que te precinten la sala. Algunos le tenían tanto miedo a Encarna que ni hoy, 30 años después de su muerte, se atreverían a perturbar su mal genio. Encarna sale de la tumba y va a por ti es un musical que yo vería.

 LOC

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