Iker Casillas: el inventario que le ayudó a descubrir que la niñera de sus hijos le robaba relojes de lujo

<p><a href=»https://www.elmundo.es/deportes/futbol/jugadores/iker-casillas.html»><strong>Iker Casillas </strong></a>descubrió que alguien estaba <strong>robando la colección de relojes</strong> de lujo que tiene en su casa porque <strong>quiso hacer un inventario</strong> con la ayuda de un amigo. En realidad, era el <strong>segundo </strong>que hacía y, por ese motivo, pudo advertir que los relojes que ahora iba a fotografiar <strong>no coincidían</strong> con los que había inventariado. De esta manera, revelan a LOC fuentes de la investigación, el ex futbolista tuvo la certeza de que podría estar siendo víctima de un delito que podría<strong> alcanzar los 200.000 euros.</strong></p>

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 La empleada del hogar y su marido sustituyeron cinco relojes por réplicas. El portero se dio cuenta porque estaba preparando un segundo inventario. Cuestan 200.000 euros.  

Iker Casillas descubrió que alguien estaba robando la colección de relojes de lujo que tiene en su casa porque quiso hacer un inventario con la ayuda de un amigo. En realidad, era el segundo que hacía y, por ese motivo, pudo advertir que los relojes que ahora iba a fotografiar no coincidían con los que había inventariado. De esta manera, revelan a LOC fuentes de la investigación, el ex futbolista tuvo la certeza de que podría estar siendo víctima de un delito que podría alcanzar los 200.000 euros.

Al comprobar que cinco de los relojes eran distintos a los que había incluido en el inventario que realizó meses atrás, interpuso una denuncia ante la Policía. Fue el pasado 16 de octubre. Cinco días después los agentes detuvieron a una de sus empleadas, la de su máxima confianza, y a la pareja. Ella no sólo realizaba tareas domésticas sino que también era la niñera de sus hijos, la persona que cuidaba a los menores desde el año 2019, cuando Iker Casillas y su entonces mujer, Sara Carbonero, todavía residían en Oporto por el trabajo de él como guardameta en el equipo de la ciudad.

El hombre trabajaba como auxiliar del servicio de seguridad de la urbanización La Finca (Pozuelo de Alarcón, Madrid) donde vive el ex deportista. Ambos, según las mismas fuentes, llevaron a la práctica su «plan» hace varios meses movidos por el «convencimiento» de que Casillas no se iba a dar cuenta del cambiazo. No contaban con la intención del ex portero de realizar un segundo inventario. «De no haber sido así, es muy posible que no hubiera apreciado que cinco relojes de su colección eran falsos, eran réplicas», precisan. La pareja pretendía abandonar España de manera inminente.

Un día después de las detenciones, fueron puestos a disposición judicial y el juez les imputó un delito de hurto agravado -no puede considerarse como robo, pues la empleada no forzó ninguna puerta para acceder a la vivienda- y les dejó en libertad aunque les retiró el pasaporte para evitar que puedan salir del país. La instrucción sigue su curso.

La Policía ha recuperado dos de los cinco relojes. Uno de ellos fue localizado en una casa de empeños de joyas de Madrid y el otro estaba despiezado, indican las mismas fuentes. En el registro domiciliario de los detenidos, se encontraron numerosas piezas de relojes de lujo «que podrían coincidir» con los de Casillas y otros objetos procedentes de «robos» que se han recuperado.

La investigación desarrollada por el Grupo de Atracos de la Sección de Robos de la Unidad de Delincuencia Violenta (UDEV) Central se inició el pasado día 16 y desde el principio los agentes tuvieron claro que la persona a la que buscaban estaba en el entorno más próximo a Iker Casillas. En casa del ex guardameta hay dos empleadas domésticas. Investigaron a las dos hasta que la lupa se detuvo en una de ellas, la más próxima a él, la que era de su máxima confianza por ser la encargada del cuidado de sus dos hijos.

Las pesquisas apuntan que el grado de confianza que Casillas tenía en la mujer posibilitó que ella fuera sustrayendo, presuntamente, los relojes y cambiándolos por réplicas de fabricación casera que traía desde su vivienda. Los investigadores hallaron un pequeño «taller» en el que se desmontaban los relojes para venderlos por piezas y descubrieron, además, que había otros relojes de lujo procedentes de robos.

Al descartar a la otra trabajadora, los policías se centraron en la niñera y le pusieron un cebo para comprobar si, tal como creían, ella estaba tras los hurtos. La mujer cayó en la trampa. Antes de proceder a los arrestos, los investigadores revisaron a fondo otras posibilidades. Analizaron las cámaras de seguridad de la casa de Casillas y también de la urbanización para descartar la presencia de personas extrañas en la vivienda. Al cerciorarse de que no había ido nadie ajeno al círculo personal y profesional del ex jugador, arrestaron a la pareja.

Al margen del valor económico, algunos de los objetos sustraídos en su vivienda tenían también un «gran valor sentimental» para el ex guardameta como el que, por ejemplo, le regalaron cuando la Selección Española ganó la Eurocopa. Otros tenían inscripciones especiales para conmemorar las fechas de las tres finales de la Liga de Campeones que ganó en el Real Madrid.

El grupo que ha ejecutado el dispositivo es el mismo que se encargó de recuperar el reloj del internacional italiano Marco Verratti, que fue sustraído en una villa de Ibiza en la que se alojaba el futbolista. Fue en 2022 cuando, una noche, el futbolista salió de la casa para asistir a una barbacoa junto a su pareja. El botín, valorado en tres millones, estaba compuesto por el reloj y varias joyas, que se recuperaron semanas más tarde.

 LOC

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